Con casi 36 millones de usuarios sólo en nuestro país, no cabe duda de que pocas apps tienen una penetración tan grande en nuestras vidas como la que tiene WhatsApp. Así, es normal que los ciberdelincuentes se fijen esta aplicación como forma de entrada a nuestros dispositivos, pensando en conseguir nuestros datos de todo tipo.
Además, hoy en día, queda muy lejos el tiempo en el que WhatsApp era sólo una aplicación de mensajería. Lo sigue siendo, eso está claro, pero ahora es mucho más. Con ella tenemos acceso a canales, llamadas, videollamadas, vídeos de estados... El caso es que, si hay una forma fácil de entrar en nuestros dispositivos es con una aplicación que ofrece tantas posibilidades.
WhatsApp, un posible coladero de malware
Y esto nos lleva al principal problema que entraña WhatsApp. Si por ejemplo, cuando nos envían un enlace o algún archivo peligroso adjunto a un correo electrónico somos nosotros los que debemos pinchar en él o descargarlo y abrirlo, la configuración por defecto de WhatsApp ahorra un paso a esos ciberdelincuentes.
Porque, puede que no nos hayamos fijado, pero, cuando instalamos y usamos por primera vez la app de mensajería, su configuración hace que los archivos adjuntos a nuestros mensajes se descarguen automáticamente, sin hacer nada. Esto, que a priori puede parecernos un ahorro de tiempo, es todo un peligro en potencia, además de contraproducente en otros aspectos.
Por un lado, y como molestias más que peligros, con esos archivos estaremos consumiendo datos innecesariamente cuando no estemos conectados a una red WiFi. Por otro lado, estaremos llenando el almacenamiento de nuestro Samsung Galaxy, posiblemente, de archivos superfluos o no deseados.
Pero lo realmente peligroso viene cuando lo que nos envíen sean archivos maliciosos, que pueden venir con diferentes intenciones, como extraer nuestros datos o infectar nuestro terminal con algún virus u otro malware.
En muchos casos, tendremos que ser nosotros quienes luego abramos esos archivos o malwares una vez descargados, pero nada impide que en algún momento sean autoejecutables.
Por ello, lo mejor que podemos hacer es cambiar la configuración por defecto que nos viene con WhatsApp. Apenas nos va a llevar uno o dos minutos, pero los beneficios merecerán la pena.
Desactivar la descarga automática de archivos
Para desactivar de una vez por todas la peligrosa descarga automática de archivos sólo tenemos que abrir WhatsApp en nuestro Samsung Galaxy. Una vez en la aplicación, debemos ir a Ajustes, en el menú de los tres puntos de la esquina superior derecha.
Una vez abiertos, debemos elegir la opción Almacenamiento y datos. En la parte baja de este menú encontraremos el apartado Descarga automática, que nos ofrece tres funciones:
- Descargar con datos móviles
- Descargar con WiFi
- En itinerancia de datos
En cualquiera de ellas, podemos elegir el tipo de archivos que queremos que se descarguen automáticamente. Tenemos Fotos, Audio, Vídeos y Documentos. Ya sólo es cuestión de cómo de seguros queremos estar ante cualquier posible amenaza que nos pudieran enviar.
Como cualquiera puede comprobar, añadir un extra de seguridad a nuestro dispositivo no nos va a suponer un gran esfuerzo y además nos va a aportar otros beneficios como no saturar la memoria o consumir demasiados datos.
Imágenes | Manu García
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