Reconozco que la lavadora es uno de esos electrodomésticos que me daba cierto miedo utilizar. El hacerse adulto y vivir solo implica que ahora se ha convertido en uno de los que uso más en mi día a día, sobre todo porque en casa vivo con dos gatas y una perra.
Como rutina, tiendo siempre a utilizar programas automáticos cortos, lavando la ropa entre 30 y 40 grados (dependiendo del tejido). Esto lo hago para ahorrar en la factura de la luz, pero también porque nunca lavo ropa muy sucia. Lo que no sabía y me han descubierto los compañeros de Xataka Smart Home es que esto es un error.
Un error tonto, pero al que conviene ponerle remedio
Esta forma de lavar la ropa que utilizo, que es muy común, no es el problema en sí. El problema reside en utilizar únicamente esta forma, puesto que este rango de temperaturas no solo afecta a la limpieza de la ropa, sino también al estado interno de la lavadora. Si no se utilizan temperaturas altas, la máquina no tiene la oportunidad de limpiarse internamente, por lo que se acumulan restos de todo tipo en su interior.
Como he dicho un poco más arriba, en mi día a día no necesito utilizar temperaturas altas de lavado porque no suelo meter en la lavadora prendas con manchas difíciles de eliminar. Manchas comunes, como las del sudor o el polvo, se retiran bien y sin complicaciones. Las temperaturas muy altas solo las guardo para manchas realmente resistentes y ojo, porque esto tampoco es lo ideal: lavar a baja temperatura no retira totalmente gérmenes y bacterias.
Estas temperaturas, como los 60 o los 90 grados, no solo son más eficaces a la hora de eliminar manchas, sino también a la hora de desinfectar la ropa. Esto nos puede venir genial para la ropa de cama, las toallas o prendas de personas enfermas, ya que a estas temperaturas nos aseguraremos de eliminar bacterias, ácaros y otros microorganismos.
Este calor que produce elegir las temperaturas que comento más arriba también son perfectas para que el interior de la lavadora se mantenga limpio. Gracias a él, evitaremos que haya en el interior acumulaciones de restos de suavizante, detergente y suciedad. Las lavadoras de Samsung cuentan con un programa de limpieza de tambor, uno que se debe usar con cierta periodicidad. El botón que hay que pulsar es el que se puede ver en la siguiente imagen.
Este programa, que obviamente no tiene nada de malo, no sería necesario si utilizáramos temperaturas altas de forma más frecuente. Es cierto que estos ciclos son más intensos y demandan de más luz, pero a cambio nos vamos a evitar tener que estar pendientes de tener que hacer estos lavados de tambor.
Hablando de consumo, la OCU explica que si lavamos a 30 grados o menos conseguiremos ahorrar hasta un 60 % de energía. Aquí conviene hacer dos pequeños matices muy importantes, puesto que en realidad el consumo no es tan elevado. Esto se debe a que las lavadoras solo alcanzan estas temperaturas elevadas en una fase del ciclo de lavado. justo cuando el detergente se mezcla con el suavizante.
Además, otra cosa muy importante que ya he comentado más arriba: usar estas temperaturas de vez en cuando hace innecesario utilizar los programas de lavado de tambor. De esta forma, estaremos ahorrando tiempo y también en la factura de la luz.
Imagen | Samsung
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